Para pintar una piscina, como cualquier superficie exterior, deben escogerse horarios cuando el sol no incide directamente sobre la superficie, las primeras horas del día y el atardecer son ideales.
El calor excesivo puede producir que la pintura no se adhiera correctamente, o que aparezcan burbujas de aire. Tampoco debe haber demasiada humedad ambiental.
Es recomendable escoger días sin viento y sin pronóstico de lluvia.